Plato universal, plato global, comida que podemos comer mientras paseamos por Roma -la poco conocida pizza al taglio-, o servida al plato y comida con tenedor y cuchillo. La Pizza se presta a cualquier uso y consumo, es plato democrático y popular, a los italianos les gusta con poco ingredientes, al contrario que los españoles, de gustos tan barrocos cuando se trata de añadir ingredientes a la pizza. La Pizza Margherita es a la vez la más fácil y la más difícil de conseguir, porque todo depende de la calidad de los ingredientes que utilicemos para su elaboración.
La pizza no es natural de los hornos caseros; su hábitat natural es el
horno de leña, o como mínimo un horno profesional. Los 250ºC (con
suerte) que se consiguen en casa son pocos: la masa tarda más en cocerse mientras que los ingredientes de arriba suelen quemarse. En
un horno de leña la pizza se hace en 90 segundos, en casa en 10 minutos.
Es un diferencia importante para entender que el resultado de la pizza hecha en casa no
puede ser como el de pizzeria. Pero, con unos cuantos consejos importantes, podemos acercanos a la perfección.
6 pizzas fermentando
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